martes, 29 de noviembre de 2011

152 Marchosa


Antes de nacer, yo decía abiertamente que prefería tener una hija activa, porque pensaba que de algún modo, nos obligaría también a nosotros a estar activos, atentos y no acomodarnos. Así ha salido la niña. Realmente es muy activa. No para de mover brazos y piernas, incluso salta con un poco que la cojas y seguro que cuando empiece a andar, nos llevará a todos de cabeza, porque además parece muy observadora y le llama la atención todo lo que hacemos o tocamos.
"¿Tu pensabas que esto sería así?", me ha preguntado mi mujer un tanto fatigada. Realmente yo me imaginaba que iba a ser mucho peor, pero la verdad, que a pesar de ser activa, es muy buena niña. ”¿Qué querías, tener una planta?”, le he dicho yo. Lo cierto es que si siempre he dicho que prefería tener una niña activa, que da vidilla a la casa y nos obliga a mantenernos activos y lo sigo manteniendo, ahora bien, los años pasan para todos y mientras ella aumenta su vitalidad, nosotros la vamos perdiendo. Espero que no nos produzca un desgaste acelerado que acabe con nosotros antes de hora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario