jueves, 14 de julio de 2011

118 Viendo las estrellas

Las contracciones son cada vez mayores. Llega a temblarle todo el cuerpo. Se le han escapado ya unas cuantas lágrimas de dolor y desesperación.
Con el goteo de oxitocina, por el momento llevaba dilatados unos dos centímetros hace ya una hora, antes de cuya exploración, ha vomitado, algo realmente muy poco frecuente en ella. "Mujer vomitada, mujer parida", le ha dicho una de las enfermeras.
Ha pedido la epidural, de la que he tenido que leerle yo el consentimiento informado para que lo firmase. Casi llega a firmarlo con los ojos cerrados. Lo cierto es que da miedo leer las posibles complicaciones y riesgos.
El anestesista acababa su turno a las 13h. Cuando ha llegado, me han hecho salir fuera, momento en el que he aprovechado para contactar con los familiares más cercanos e informarles de todo.
Y aquí estoy, esperando junto otras personas, intentando estar tranquilo, esperando que todo vaya bien y atento a todo movimiento que se produce.

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