Hace unos días fuimos a otra visita más con la matrona. Según pudo palparle la barriga a mi mujer, le dijo que la niña no estaba encajada pero se encontraba boca abajo. Hoy vamos a ir a la última ecografía, así que nos confirmarán su postura. Esperamos que se ponga en posición adecuada para un parto natural, porque de lo contrario tocará cesárea y su recuperación no será tan rápida.
Nuevamente le ha dado un toque de atención por el peso de más que ha cogido. Ya lleva doce quilos y falta un mes para el parto. Espera que no engorde mucho más, aunque lo cierto es que no se le nota. Tiene una barriga bastante grande, pero nada en comparación con otras mujeres que cumplen sobre la misma fecha que ella. En el rostro tampoco se le notan esos kilos de más. Todo debe estar repartido entre la barriga, el culo y los muslos.
Sigue teniendo el hierro bajo y poco más puede decirse de la consulta, que nos ha despachado en un diez minutos, tras tomarle la tensión, oír los latidos de la pequeña y preguntarle nuevamente qué medicación de hierro y yodo estaba tomando, cosa que le pregunta en cada cita y al parecer no acaba de atinar. En la próxima cita le harán la prueba de una bacteria que se encuentra por la zona anal y vaginal y que en caso de dar positiva, habrán de administrarle un antibiótico, dado que puede contagiar a la pequeña en el momento del parto.
La matrona es una chica maja, jovencilla, pero algo estirada. En cambio, la matrona que se encarga de las clases de preparación al parto, es mucho más abierta y de trato muy distendido. Ahora veremos en el momento del parto a quien tenemos…
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