miércoles, 30 de marzo de 2011

069 Tormenta de medianoche

Estaba yo tan tranquila y plácidamente durmiendo anoche que casi me molestó sentir esa mano deslizándose hacia la entrepierna. Me acarició una y otra vez hasta que todo cobró el tono deseado, al parecer, para combatir el insomnio, buscando agotarse con esa actividad nocturna y frenética sorprendente, que realmente perseguía conciliar el sueño. ¡Yo quería dormir!, pero por supuesto no podía dejar escapar esa sorprendente oportunidad y quise "dar la talla", como todo buen varón.
Los cuerpos se humedecieron y por fin se unieron. Necesité algo de tiempo, porque una parte de mi seguía dormida, que no era precisamente el estandarte masculino. A la luz del despertador digital, nuestros cuerpos se frotaron una y otra vez con tenues gemidos. Ella era quien llevaba todo el movimiento y yo llegué donde cabía esperar. Agotada, se recostó buscando ver si la fatiga llamaba al sueño y conseguía descansar. Yo me quedé como un bendito, durmiendo como si nada hubiese pasado. Ella continuó con esa duermevela constante desde que se ha quedado embarazada y que no le permite conciliar el sueño de tirón durante toda una noche.
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jueves, 24 de marzo de 2011

068 la mejor etapa en la vida de un hombre

Mis compañeros de bicicleta me preguntan cada semana cómo va mi mujer. Incluso podría decir que ponen más interés que algunos de nuestros familiares. Resulta curioso ver cómo han cambiado los tiempos. Hace unos años cuando salíamos con la bicicleta se hablaba de coches, de fiestas, de fútbol o de mujeres. Ahora todos hablan de hijos, biberones, cambio de pañales, fiebres de sus hijos, largas noches sin dormir… pero también se quejan que no les toca la lotería, e incluso ni sus mujeres les tocan ya.
Otro en cambio comenta que desde el punto de vista de las relaciones sexuales, el embarazo es una etapa maravillosa porque no se necesita ningún tipo de anticonceptivo. Hasta hay quien dice que en esta etapa de su vida, su mujer tenía más ganas, pero la gran mayoría dice que a partir de ahora se acabó todo lo bueno; que si antes se hacía poco, ahora ya se hará muy poco.
Un compañero de trabajo me comenta que eso es algo pasajero y que la sexualidad pierde importancia a medida que los hijos van llenando nuestras vidas de otro modo.
Yo por mi parte, sólo sé que lo hecho bastante en falta, ha perdido esa emoción y acaba convirtiéndose en un simple consuelo manual, pero espero que realmente pueda disfrutar de tan maravillosa paternidad como se dice, y me caiga tanto la baba con mi hija, que casi ni me acuerde de esas necesidades tan fisiológicas y a su vez psicológicas, además de placenteras.
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martes, 22 de marzo de 2011

067 La chica más dulce

Hace unos días le hicieron una analítica con la que entre otras cosas, se quería ver el nivel de glucosa o azúcar en sangre. La citaron bien temprano en ayunas para tomarle las muestras y darle un batido muy dulce, tras el cual, una hora después, le iban a volver a sacar sangre para averiguar si su cuerpo metabolizaba bien el azúcar. No sé que llevaría aquel brebaje, pero ese mismo día hizo que se sintiese mal, e incluso en el trabajo le dio un mareo y tuvo que reposar.

Parece que tenía la sangre demasiado dulce. Al comentar con la matrona los resultados, dijo su nivel de hierro en sangre era un poco bajo y que tenía un poco de azúcar. Dijo también que era bastante frecuente que las embarazadas se sentían mal ese día, y finalmente añadió que tenía que repetirle la prueba. Pero ahora tendría lugar en un en un intervalo de tiempo de tres horas.

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jueves, 17 de marzo de 2011

066 Vida interior

El bebé no para de moverse, sobre todo, después de comer. Debe ser algo sorprendente sentir esa vida moviéndose en tu interior, pero es todo un privilegio que corresponde únicamente a las mujeres. Me parecen unas afortunadas, aunque mi mujer no parece que lo crea así, sobre todo por cómo afecta a su condición física o las incomodidades o malestar que le produce. La mayoría nos dicen que ellas han estado encantadas, pero también me he topado con alguna que como ella, se le hizo algo pesado.
Tiene ganas de tenerla fuera y acogerla entre sus brazos y verle la cara, pero mientras, hay que aguantarla dentro. Aún quedan unos meses y la barriga no para de crecer y la aguja de la báscula sigue subiendo.
A menudo me pide que le diga algo al bebé, porque según hemos leído, se dice que puede oír y reconocer mejor la voz grave del padre, pero la mayoría de las veces me siento forzado y no sé qué decirle, como si aún no me hubiera hecho a la idea de que voy camino a ser padre.
¡Empezamos a hacernos mayores!. Quizá la vida nos trae hijos para que no envejezcamos tan deprisa, porque de algún modo, nos obligan a actualizarnos, a movernos, sino, nos iríamos sosegando más, acomodándonos, cerrando nuestras mentes tendentes a la estabilidad, más que hacia el cambio.
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miércoles, 2 de marzo de 2011

065 A dieta

La semana pasada fuimos a la visita de la matrona. ¡ya verás esta vez como me echa un puro!. En este último mes ha engordado tres quilos. Si los anteriores ya se había pasado con medio quilo de más, pues ya ves: ahora tres de golpe. Le ha preguntado que suele comer en un día normal y aunque come sano, parece que ingiere demasiadas calorías. Le ha impreso unas orientaciones genéricas para una dieta de 1800 calorías.

Lo encuentra todo tan bueno y experimenta tanta hambre… pero bueno igual aprovechamos para ponernos a dieta los dos. En fin, habrá que negociarlo con el cocinero, que soy yo, aunque no tengo muy claro eso de tener que pesar todas las raciones o hacer lo que me marcan, dado que en la cocina me gusta la variedad y también tengo un tiempo limitado, que a veces me lleva a la improvisación. Además, luego está toda esa multitud de eventos sociales en los que todo se celebra con comidas: que si un cumpleaños, que si una cena de amigo, que si una comida familiar… y de los que nosotros tenemos la agenda bastante llena.

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