lunes, 24 de enero de 2011

050 Dolor de parto

Parece que el bebé se va haciendo hueco poco a poco en su barriga, aunque todos se sorprenden porque no se le nota mucho, y menos vestida. Empieza a notar algún pinchazo que quizá lo provoca la dilatación que requiere el espacio que va necesitando ese futuro bebé en formación. “¡Huy!. ¡Qué pinchazo!”, exclama ella y yo pienso para mis adentros “pues cuando venga el momento del parto, vas a flipar”.

Aunque yo no he parido nunca, he tenido dos cólicos de riñón y puedo asegurar que duele mucho, tanto que no sabía cómo ponerme. Creí morir. Vomité hasta tal punto de dolor, que se me hicieron coágulos en los ojos. Total para sacar dos piedrecitas del tamaño de un grano de arroz.

Según se dice, en el umbral del dolor el parto y el cólico renal son similares. Lo cierto es que no me gustaría que padeciera aquello. Quizá toda mujer desee también un parto corto y sin dolor. Por suerte ahora tenemos más o menos medios para tratar de minimizar el dolor, pero también puede tener sus riesgos.

Curiosamente no hemos tratado aún si ella querrá la epidural. Quizá sea momento de hablarlo.

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