domingo, 12 de diciembre de 2010

018 Comiéndose el mundo

Ahora hacemos menos actividad física. Nos pasamos el día trabajando y en nuestro tiempo libre nos quedamos en casa y cuando estamos en casa, además de ver la tele, comemos: ahora unas galletitas, ahora una fruta, ahora una puntita de pan, ahora unos frutos secos, ahora un yogur, ahora una barrita de cereales...
A ella casi le han desaparecido las angustias y cuando le vienen, come y desaparecen, eso sí, sin comer demasiado. Yo soy una persona con la que no se puede ni hablar de comida. Me como hasta las palabras. No puedo ver una mesa con comida y decir que no; tampoco puedo ver a nadie comer sin imitarle y aunque coma, siempre tengo hambre. Todo está muy bueno como para dejarlo perder. Y una vez empiezo a comer, sólo se parar cuando ya no queda nada o cuando mi conciencia me advierte "deja algo para los demás", pero si nadie se lo va a comer, para tirarlo, me lo como yo, que hay mucha hambre en el mundo.
Así que si ella come, yo como, pero ella está embarazada y yo quizá sólo viva un embarazo psicológico ante cuya ansiedad o inactividad física, me da por comer como una embarazada. Hay días que me propongo no comer y voy camino de conseguirlo, pero ella me ofrece o me pregunta si tengo hambre o si no voy a comer nada, o si le apetece comer esto o lo otro y finalmente yo también acabo comiendo.
Como además tengo una afición muy sedentaria, como es la escritura y la programación de actividades y proyectos de voluntariado con el ordenador, tampoco me muevo. Así llego ya al último agujero del cinturón.
Me gusta coger la bici, pero solo me aburro y la gente con la que pedaleo o pedalea muy poco o la he ido dejando muy de lado con la llegada del invierno. Además, a veces prefiero pasar la mañana con ella que irme por ahí con la bici. Me topo con la pescadilla que se muerde la cola y entro en un cerco en el que se suman quilos y se acrecientan las ganas de no moverme. Si al menos practicásemos ejercicios de cama... ¡Je!, ¡Je!, ¡Je!. ¡Siempre pensando en lo mismo!.

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