domingo, 21 de noviembre de 2010

003 La regla de la vida

Y es ahora, después de creer cada uno que el problema para engendrar hijos lo tenía el otro, cuando a la menstruación le da por marcharse, tal vez asustada. Según se comenta ahora con una nueva moda que pretende hacernos saber que el embarazo ya es cosa de dos, se dice: "Estamos embarazados" (¡pero si lo lleva ella!).
Hasta el momento no había ninguna agonía, pero parece que haya empezado a sugestionarse con la prueba de embarazo. ¡Cómo si fuese la primera mujer embarazada en el mundo!. "¡Mímala mucho y cuídala!", me dicen a mí. "Ahora puedes hacerte un poco la remolona y pedir que te cuiden más", le dicen a ella. ¡Cómo si no la hubiese cuidado hasta ahora!.
La vida se abre camino cuando ella lo desea. Nos da igual que sea niño o niña. ¡Por mí como si quiere salir negrito! (es un decir con el que se pretende hacer ver que para nada nos importa cómo sea: chico, chica, alto, bajo, con ojos azules o marrones, de pelo rubio o moreno; eso sí, siempre que esté bien). Aunque realmente si saliese de otro color, para mí, la verdad, sería para mosquearse mucho. No se sabe si es peor verlo tan claramente o como dicen, dudar siempre de la paternidad de uno, porque está claro que de la madre siempre es. Pero bueno, con eso se pone en tela de juicio o en evidencia la confianza con la pareja el respeto, que es algo que nosotros llevamos bien y no caben dudas sobre la paternidad de cada uno.

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